Todas
las personas interesadas pueden visitar la exposición sobre los códices
lulianos de Fuerteventura en el nuevo edificio del Archivo General Insular de
Fuerteventura, en horario de 9.00 a 14.00 horas, y de Lunes a Viernes. La
muestra está especialmente pensada para centros educativos, ya que se plantea
de forma muy didáctica.
Los
manuscritos lulianos son tres pequeños códices (155x115mm) encuadernados en
lino, recubiertos de seda roja y escritos en letra gótica, con toda
probabilidad durante la estancia de Fray Juan de Santorcaz y
San Diego de
Alcalá en Betancuria durante la segunda mitad del siglo XV.
Están
relacionados con el entorno de Fray Juan de Santorcaz y San Diego de Alcalá, y
considerados los más antiguos escritos en Canarias. Combinan enseñanzas de
Ramón Lull con anotaciones propias y referencias a Betancuria y Fuerteventura.
Durante siglos permanecieron en Betancuria, dando testimonio del papel
relevante que la localidad desempeñó en la expansión atlántica.
Desde
finales del siglo XIX fueron trasladados a Gran Canaria para una mejor
conservación, ante el peligro de deterioro que venían sufriendo en la Isla.
Fray
Juan de Santorcaz nació en la villa de Santorcaz, situada cerca de Alcalá de
Henares, Madrid. Llegó a Fuerteventura en el año 1441, procedente del convento
de Santa Eulalia de Marchena, junto con Diego de San Nicolás, posteriormente
canonizado con el nombre de San Diego de Alcalá.
Ambos
vinieron a Canarias con la finalidad de evangelizar y vivieron en el convento
de San Buenaventura de Betancuria. Fray Diego era lego, desempeñó el oficio de
portero y se distinguió por su predicación y caridad. También fue guardián del
convento, cargo principal que denota el prestigio que alcanzó. Regresó a la
Península y falleció en Alcalá de Henares en el año 1463. Fray Juan era buen
teólogo y en el convento fue lector y maestro, encargado de la formación de los
frailes y de misionar. Murió ya anciano en Betancuria hacia el año 1485. Su
fama de santidad dio lugar a que sus restos se conservaran durante mucho tiempo
en un arca de madera, en el propio convento, donde eran objeto de veneración.
Raimundo
Lulio creó un sistema filosófico que postulaba la conciliación entre fe y
ciencia, entendiendo a ésta como una preparación para la fe. Ramón Lull
escribió más de doscientas obras entre libros y opúsculos Este método,
denominado luliano y destinado a demostrar la verdad, se reflejó en una serie
de gráficos y textos, de los que encontramos un ejemplo copiado en el
manuscrito Torcaz I de Betancuria. El lulismo se caracterizó por
combinar los estudios lingüísticos y teológicos para que los misioneros
pudieran evangelizar.
El
convento franciscano de Betancuria fue el lugar en el que residió Fray Juan de
Santorcaz y donde probablemente realizó las copias de los textos lulianos. Fue
erigido por licencia pontificia concedida en la sede papal de Peñíscola en
1416. La Vicaría Franciscana de Canarias fue creada en 1423, con sede en
Betancuria.
(fuente: www.rtvaguacabras.com)