Óscar, el primero de la izquierda. |
Del 11 al 17 de octubre estará en Fuerteventura Óscar, misionero de África, (Padres blancos) para compartir su testimonio misionero entre nosotros, con motivo de la campaña del Domund a celebrarse a finales de octubre. Estará presente en algunas de las Eucaristía del fin de
semana, en grupos de catequesis del lunes 15 y 16 de octubre y con alumnos de de institutos.
A modo de presentación nos ha enviado las siguientes letras:
"Soy Oscar Arturo García Padilla,
Misionero de África (Padres Blancos). He vivido en varias partes de África por
cuestión de estudios y ministerio: Burkina Faso, Ghana y Malí; lo mismo en
América: México y Canadá; e incluso en Europa: Gran Bretaña, Irlanda y ahora
España.
Desde hace algunos años, me encuentro
trabajando en Roquetas de Mar, Almería. La misión que la Diócesis de Almería ha
confiado a los Misioneros de África es la evangelización de los inmigrantes
africanos en esta zona de la diócesis. Para realizar esto, por un lado, junto a
mi comunidad y tres catequistas (una española, otro senegalés y otro originario
de Guinea Bissau), ponemos nuestro esfuerzo en la acogida y preparación de
aquellas personas inmigrantes que quieren formar parte de nuestra Iglesia organizando
el catecumenado en español, mandjako e inglés. Y, por el otro, a través del
Centro Intercultural Afrika y con la ayuda de 15 voluntarios, preparamos a las personas
inmigrantes a aprender español, informática y cómo prepararse para el examen
teórico de conducir, en un esfuerzo para que estas personas poco a poco se
puedan sentir y saber parte de la nueva sociedad en la cual viven.
Durante los veranos, también ofrecemos
la posibilidad a jóvenes de España para que participen de esta
misión colaborando principalmente en “Campos Solidarios”, de tal manera que
puedan estar en contacto con los niños y las niñas del barrio y que puedan
conocer de primera mano la vida de las personas inmigrantes en esta parte de
España. Es una gracia ver y participar del descubrimiento que muchos jóvenes
hacen en sus encuentros personales con las personas inmigrantes durante los
“Campos Solidarios”.
Para mí, es una bendición vivir la misión
en Roquetas de Mar. Vivir en una frontera social, en medio de personas
predominantemente inmigrantes, y pasar la mayor parte del tiempo con personas
que aún no conocen explícitamente a Jesús, nuestro hermano mayor y maestro, me
fortalece en el llamado que he experimentado de ir y anunciar la Buena Nueva a
toda la creación."